Dwight David Eisenhower, ex presidente de EEUU

Dwight David Eisenhower: el presidente número 34  de los Estados Unidos fue criado como testigo de Jehová, pero abandonó la religión cuando era adulto.  Nació en 1890 y murió en 1969.

Nacido en Texas y criado en Abilene, Kansas, como testigo de Jehová, con fotos, ilustraciones y descripción de esta influencia de la religión en su carrera, incluida la violación de las creencias de los testigos de Jehová  al unirse al ejército en 1911 en West Point.

  La vida de Eisenhower estuvo innegablemente moldeada por su fe religiosa.  Sus padres, David e Ida, eran miembros de la iglesia River Brethren en Abilene, Kansas, una rama de la fe menonita.  La vida familiar de Ike giraba en torno al trabajo y el estudio de la Biblia.  “Todos los que conocía iban a la iglesia”, recordó Eisenhower en At Ease, una colección de ensayos sobre sus primeros años de vida.  Por las noches, la familia se reunía en la pequeña sala para escuchar mientras David leía en voz alta la Biblia familiar.  Más adelante los padres de Eisenhower, Ida y David se convirtieron en testigos de Jehová, una denominación dedicada al estudio de la Biblia, la evangelización y el pacifismo.

Debido a que los menonitas no practicaban el bautismo infantil, y Eisenhower no llenaba los requisitos para bautizarse como testigo de Jehová, él prácticamente no estaba bautizado en ningúna denominación religiosa. Eisenhower no pertenecía formalmente a ninguna comunidad religiosa.  Al asumir el cargo de presidente número 34, Eisenhower sintió que esto debería cambiar.  En silencio se acercó a la Iglesia Nacional Presbiteriana en Washington, D.C., la denominación a la que pertenecía su esposa, Mamie, y allí se bautizó a la edad de 62 años.

El 1 de febrero de 1953, solo 10 días después de su investidura, Eisenhower fue bautizado y recibido en la Iglesia Presbiteriana Nacional por el reverendo Edward Elson.  Eisenhower sigue siendo el único presidente que se ha bautizado mientras estuvo en el cargo, y su trabajo para vincular la fe y la identidad estadounidense ha influido en el debate político en el país durante medio siglo desde entonces.

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